Junio 28 de 2025
EL SEGUNDO GRAN MANDAMIENTO
MATEO 5:43-47
Enseñanza acerca de amar a los enemigos
43 »Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. 44 Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! 45 De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. 46 Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. 47 Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.
https://youtu.be/UgQcljPVMC4?si=g5yCfLnVn63BnB8v
Estimado lector:
La ley de Moisés establecía: “Amarás a tu prójimo”
(Levítico 19:18). Sin embargo, en tiempos de Jesús, algunos maestros habían
añadido erróneamente una interpretación contraria y distorsionada: la idea de
que también se debía aborrecer al enemigo.
Jesús corrige esta interpretación, recordando que,
todas las personas son prójimos, incluso aquellos considerados enemigos.
Cumplir con este mandamiento implica amar, bendecir, hacer el bien y orar por
los enemigos.
Aunque haya enemigos, la respuesta no debe ser odio,
sino amor. El ejemplo de Jesús revela que es posible confiar en Dios, quien se
encarga de la justicia y, en muchos casos, transforma corazones. La victoria no
se encuentra en la destrucción del enemigo, sino en su reconciliación.
Dios, en su soberanía, hace brillar el sol sobre
justos e injustos y envía lluvia sobre el campo de quienes no le reconocen. Su
provisión, incluso sobre los que se oponen a Él, responde a un propósito más
elevado: extender su misericordia y dar oportunidad al arrepentimiento.
Este pasaje invita a no levantar muros de separación
ni rechazar a quienes son diferentes. La meta divina es llevar a todos a la
unidad en Jesucristo. La misión de quienes han creído consiste en anunciar las
buenas nuevas a los que aún no conocen a Dios, mostrando así el amor
incondicional recibido.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”