JOSUÉ: MODELO DE LIDERAZGO.

Josué 24:29-31

²⁹ Después de eso, Josué, hijo de Nun y siervo del Señor, murió a los ciento diez años de edad. ³⁰ Lo enterraron en Timnat-sera, tierra que se le había asignado en la zona montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.

³¹ El pueblo de Israel sirvió al Señor durante toda la vida de Josué y de los ancianos que murieron después de él, los cuales habían vivido en persona todo lo que el Señor había hecho por Israel.

Estimado lector:

Estos versículos constituyen la finalización de la historia de Josué, quien es recordado como “siervo de Jehová” (v. 29). Su razón para dirigir al pueblo era su carácter de siervo. Se destaca el hecho de que, durante su dirección, el pueblo haya servido a Jehová “todo el tiempo” (v. 31) lo que representa el más grande logro de su liderazgo.

Josué fue un extraordinario líder militar, disciplinado, comprometido, un hombre dotado de destrezas y habilidades para dirigir, pero la cualidad más destacable del patriarca fue su fidelidad a Dios. Él la evidenció desde su postura en contra de los diez espías que dieron el informe desalentador sobre los obstáculos para tomar la tierra prometida (Números 13:30); luego con su celo en asegurar la fidelidad del pacto del pueblo.

Josué con su testimonio modeló al pueblo de Israel para que lo imitara. Él entendía que, a pesar de sus grandes capacidades, nada de lo que hacía era posible sin el respaldo del Todopoderoso.

A través de la vida de Josué Dios fue fiel a Sus promesas. Dios le prometió a Abraham que sus descendientes habitarían en la tierra y, bajo Josué, los llevó a la tierra que Él había prometido que les daría. Este hecho completó la misión de redención que Dios comenzó con Moisés al sacar a Israel de Egipto. También es una tipología que apunta a la redención final que Jesús trae a la iglesia. Al igual que Moisés, Jesús nos liberó de la servidumbre y la esclavitud del pecado, y, al igual que Josué, Jesús nos llevará a la tierra prometida y al reposo eterno (hebreos 4:8-10).

En la actualidad existe la necesidad de que como creyentes actuemos de acuerdo al carácter que Dios forja en cada uno y no conforme a los beneficios que las circunstancias pueden ofrecer. Los hijos de Dios debemos procurar un liderazgo en las familias, en la comunidad, en la congregación como el de Josué. Debemos desarrollar un liderazgo para que la gente vaya en pos de Cristo y no tras nosotros. Además, ser testimonio de fidelidad a Dios, llevando una vida de propósito y confianza en el cumplimiento de sus promesas.

¿Qué te dice Dios?

¿Qué vas a hacer?      ¿Cómo lo vas a aplicar hoy?   ¿En qué área? 

Emocional ___ Familiar ___ Espiritual ___ Financiera ___ Otro ___.