LA GRANDEZA DE LA AYUDA DE DIOS

Abril 04 de 2024

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

 

LA GRANDEZA DE LA AYUDA DE DIOS

 

SALMOS 61:1-4

Oh Dios, ¡escucha mi clamor!
    ¡Oye mi oración!
Desde los extremos de la tierra,
    clamo a ti por ayuda
    cuando mi corazón está abrumado.
Guíame a la imponente roca de seguridad,
    porque tú eres mi amparo seguro,
    una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme.
Permíteme vivir para siempre en tu santuario,
    ¡a salvo bajo el refugio de tus alas!

 

https://youtu.be/FewMH1H3ebs?si=oK4dBq47D6bYeX8O

 

Estimado lector:

 

Este Salmo, que brota del corazón de David, parece ser una oración triste. Sin embargo, no es el típico listado de peticiones ritualistas; en cambio, es una oración con la esperanza de una respuesta de parte de Dios. Aunque se desconoce la ubicación geográfica del salmista en este momento, sus palabras fueron una metáfora de la desesperación, perturbación y distancia espiritual del Señor.

 

David se imaginaba bajo un distante y gran acantilado, sin salida ni refugio; por tanto, se volvió a Dios, pidiéndole que lo llevara en sus manos, para llevarlo a esa roca que le daría salida y salvación. Deseaba descansar su alma; pero era como un marinero náufrago, expuesto a las olas en la parte inferior de una roca muy alta para él para subir sin ayuda. Fue allí donde descubrió que no podía fijarse en la Roca de la salvación, a menos que el Señor lo pusiera sobre ella.

 

Dondequiera que un cristiano esté, tendrá la libertad para acercarse a Dios y hallar un camino abierto al trono de la gracia. Lo que lo separa de otras comodidades debería llevarlo más cerca de Dios, fuente de todo consuelo. Y aunque el corazón esté abrumado, los hijos de Dios siempre contarán con el apoyo y alivio de Su Padre. El poder y la promesa de Dios son una roca mucho más alta de lo que un hombre es, y esta roca es Cristo.

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

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