Mayo 24 de 2025
UN NACIMIENTO SOBRENATURAL QUE TRAJO SALVACIÓN
MATEO 1:22-23
22 Todo eso
sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta:
23 «¡Miren! ¡La
virgen concebirá un niño!
Dará a luz un hijo,
y lo llamarán Emanuel,
que significa “Dios está con nosotros”».
https://youtu.be/pk2TXO7QcR8?si=wnSicDKC0wAxDuL6
Estimado lector:
Estos dos versículos poseen una importancia
vital como fundamento del cristianismo, ya que abordan dos aspectos esenciales:
1. El cumplimiento profético: Se confirma lo
anunciado setecientos años antes por el profeta Isaías (Isaías 7:14), quien
declaró que una virgen concebiría y daría a luz un hijo, cuyo nombre sería
Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”. Esta profecía destaca no solo la
naturaleza divina del Mesías, sino también su cercanía y presencia permanente
con la humanidad.
2. La importancia del nacimiento virginal:
Para cumplir los requisitos necesarios para redimir a la humanidad del pecado,
el Redentor debía ser al mismo tiempo verdadero Dios y hombre. El nacimiento
virginal cumple con estas condiciones de forma perfecta:
*Para nacer como ser humano, debía nacer de
mujer.
*Para ser hombre sin pecado, debía ser
concebido por el Espíritu Santo.
*Para ser divino, debía tener a Dios como
Padre.
De este modo, queda confirmado que su
nacimiento no ocurrió por medios naturales, sino por intervención sobrenatural.
Cristo cumplió plenamente los requisitos para
servir como sacrificio por los pecados de la humanidad y como Sumo Sacerdote
que intercede por todos los que se acercan a Dios.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”