Agosto 12 de 2025
CON JESÚS RECUPERAMOS EL HABLAR BIEN
MATEO 9:32-34
32 Cuando
se fueron, un hombre que no podía hablar, poseído por un demonio, fue llevado a
Jesús. 33 Entonces Jesús expulsó al demonio y
después el hombre comenzó a hablar. Las multitudes quedaron asombradas. «¡Jamás
sucedió algo así en Israel!», exclamaron.
34 Sin
embargo, los fariseos dijeron: «Puede expulsar demonios porque el príncipe de
los demonios le da poder».
https://youtu.be/CrQcezJsFVU?si=13pXbe8trLae8aBL
Estimado lector:
Este episodio refleja el poder de Cristo para vencer las
fuerzas espirituales que oprimen al ser humano. Jesús no entabla diálogo con el
espíritu inmundo, sino que lo expulsa con autoridad, evidenciando que su
ministerio está marcado por la confrontación directa y victoriosa sobre el mal.
La acción de llevar al endemoniado a la presencia de Jesús
—en este caso, su "casa", que puede interpretarse como el lugar donde
se manifiesta la presencia divina— representa la importancia del entorno
espiritual como espacio de restauración. La iglesia, entendida como comunidad
de fe, cumple un papel en guiar a las personas hacia Cristo, quien es el único
con autoridad para liberar completamente.
El texto también señala que, tras la liberación, el hombre
comenzó a hablar, lo que puede interpretarse como símbolo de restauración no
solo física, sino espiritual. Quien ha sido restaurado por Cristo inicia una
nueva relación con Él y es impulsado a testificar de su poder, sin reservas ni
temor.
Por otro lado, se destaca la oposición de algunos testigos
del milagro, quienes atribuyen la obra de Jesús a un poder contrario. Este
rechazo muestra la incredulidad que aún persiste en algunos corazones ante la
manifestación del Reino de Dios.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”