Octubre 15 de 2025
CONFESIÓN QUE SALVA
MATEO 16:17-20
17 Jesús
respondió:
—Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que
está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.
18 Ahora
te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”), y sobre esta roca edificaré
mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.
19 Y te
daré las llaves del reino del cielo. Todo lo que prohíbas en la tierra
será prohibido en el cielo, y todo lo que permitas en la tierra será
permitido en el cielo.
20 Luego
advirtió severamente a los discípulos que no le contaran a nadie que él era el
Mesías.
https://youtu.be/LghO5LVHBao?si=5CYtjx76N09TvOj0
Estimado lector:
Ningún ser humano, por sus propios medios, puede llamar a
Jesús “Señor” si no es por la obra del Espíritu en su interior. Por eso el
Señor afirmó a Pedro: “no te lo reveló carne ni sangre”.
Al considerar Mateo 16:18 surge una pregunta clave: ¿sobre
qué roca fue edificada la iglesia? Algunos sostienen que fue sobre la persona
de Pedro, pero en el texto original se distingue entre Petros (piedra pequeña)
y petra (roca firme). Otros interpretan que se refiere a la confesión que Pedro
hizo. Sin embargo, la Escritura misma responde: Cristo es la Roca.
El propio Pedro lo confirma en su primera carta (2:4), al
llamar a Jesús “piedra viva, escogida y preciosa delante de Dios”. Además, cita
Isaías 28:16: “He aquí, pongo en Sión una piedra escogida, una preciosa piedra
angular, y el que crea en Él no será avergonzado”. La iglesia está edificada
sobre Cristo; Él es el fundamento seguro.
Cuando se menciona que “las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella”, la referencia es a la muerte. Ni siquiera el poder
de la muerte puede derrotar a la iglesia, porque Cristo mismo venció la tumba.
Respecto a las llaves del reino, no fueron entregadas a
Pedro de manera exclusiva, sino a todo aquel que confiesa a Jesús como el
Cristo y Salvador. La verdadera autoridad está en esa confesión de fe.
Por eso el Señor pidió guardar silencio en ese momento:
porque el mero conocimiento intelectual de quién es Él no salva; la salvación
se recibe por fe, aceptando quién es Jesús y lo que hizo en la cruz.
Y entonces surge la gran pregunta: ¿se cree hoy lo mismo
que Pedro confesó?
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”