Noviembre 24 de 2025
CUANDO LA APARIENCIA NO BASTA: LA HIGUERA Y
LA VERDADERA VIDA ESPIRITUAL
MATEO 21:18-19
Jesús maldice la higuera
18 Por la mañana,
cuando Jesús regresaba a Jerusalén, tuvo hambre
19 y vio que había una higuera junto al camino. Se acercó para ver si tenía higos,
pero solo había hojas. Entonces le dijo: «¡Que jamás vuelva
a dar fruto!». De inmediato, la higuera se marchitó.
https://youtu.be/vpJHyDNLBYk?si=qEctT9mW_D6Jcwry
Estimado lector:
El fruto de la higuera solía aparecer antes
que las hojas, y al ser verde, permanecía oculto entre ellas hasta alcanzar su
madurez. Por esta razón, al observar una higuera frondosa a la distancia, era
natural esperar que también tuviera fruto. Sin embargo, en este pasaje se
presenta una imagen simbólica: un árbol que aparentaba fertilidad, pero estaba
vacío. La higuera representaba una apariencia externa de vitalidad, sin la
evidencia real del fruto esperado.
A través de este acto, Jesús expresó un
juicio simbólico sobre Israel y, al mismo tiempo, demostró su autoridad para
ejecutarlo. La enseñanza central radica en que la profesión de fe o la
observancia religiosa no son suficientes para alcanzar la salvación si no se
manifiestan en frutos visibles de una vida transformada.
El mensaje subraya la necesidad de un fruto
espiritual auténtico, más allá de la apariencia externa de religiosidad. Dios
no se complace en la fachada piadosa, sino en la evidencia de una relación
genuina con Él. La higuera estéril representa la fe sin obras, la práctica
vacía y la hipocresía espiritual.
La verdadera vida espiritual se reconoce no
por las hojas —las apariencias— sino por los frutos que provienen de un corazón
rendido a Dios. La ausencia de fruto espiritual implica una vida desconectada
de la fuente divina, y el juicio divino recae sobre la esterilidad
espiritual. Hoy surge esta pregunta
¿Hasta qué punto se permite que Dios examine el corazón y revele si hay fruto
verdadero o solo apariencia de vida espiritual?
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”