Septiembre 08 de 2025
La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.
DEBEMOS EJERCITAR EL CONOCIMIENTO
MATEO 12: 25-29
25 Jesús
conocía sus pensamientos y les contestó: «Todo reino dividido por una
guerra civil está condenado al fracaso. Una ciudad o una familia dividida por
peleas se desintegrará.
26 Si
Satanás expulsa a Satanás, está dividido y pelea contra sí mismo; su propio
reino no sobrevivirá.
27 Entonces,
si mi poder proviene de Satanás, ¿qué me dicen de sus propios exorcistas,
quienes también expulsan demonios? Así que ellos los condenarán a ustedes por
lo que acaban de decir.
28 Sin
embargo, si yo expulso a los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el
reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.
29 Pues,
¿quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte y
saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y
después saquear su casa.
https://youtu.be/8SrXVhTJrH8?si=c4Lx_ys16HHLKrfm
Estimado lector:
La lectura bíblica proporciona conocimiento acerca de la
manera de pensar de Jesús, y al ejercitar dicho conocimiento se adquiere
verdadera sabiduría.
Jesús conocía los pensamientos de los fariseos, quienes
buscaban constantemente contender con Él, provocarlo e incluso emitir juicios
en su contra. Debido a su sabiduría, solía ser cuestionado, pero respondía
utilizando parábolas, un lenguaje que ellos no lograban comprender ni asimilar.
Además, los fariseos proyectaban sobre Jesús aquello que albergaban en sus
propios corazones con la intención de incomodarlo; sin embargo, Él ignoraba
tales necedades.
Jesús vino a lo suyo, pero los suyos no lo recibieron (Juan
1:11). Su misión fue enseñar el camino que la humanidad debe seguir, ejerciendo
poder y autoridad delegados sobre todo espíritu maligno, y llevando sanidad a
las enfermedades.
La decisión de seguir a Cristo conlleva beneficios o
consecuencias, dependiendo de la disposición y generosidad de cada persona.
Por tal motivo, tras la preparación mediante diversos
medios, se debe realizar la obra y servir en obediencia a Él.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”