Diciembre 28 de 2025
La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.
DEJAR EL PASADO ATRÁS
Filipenses 3:13-14 NTV
No,
amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido
el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta
llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos
llama por medio de Cristo Jesús.
https://youtu.be/IKJQBKqqRJc?si=Ko1MiP8v4Q8mIYlG
Estimado
lector:
Así como un niño pequeño es un ser humano completo, aunque aún no ha alcanzado la madurez plena de un adulto, de la misma manera el
verdadero hijo de Dios es completo en su identidad, aunque todavía no ha sido perfeccionado en todas las etapas de su crecimiento en la
fe. La perfección posicional no elimina el proceso continuo de maduración
espiritual.
La obra de Cristo a favor del ser humano es perfecta y definitiva; no
admite añadidos ni correcciones. Pensar en complementarla sería presunción. Sin embargo, la obra del Espíritu
Santo en el interior del creyente no está concluida, sino que se
desarrolla de manera progresiva, día tras día, a lo largo de toda la vida.
Este entendimiento fue claro para el apóstol Pablo. Al reconocer que aún no había alcanzado la meta, comprendió que solo existía una opción
válida: proseguir. No había espacio para el retroceso ni para la complacencia espiritual, sino
para un avance constante en la fe.
La vida cristiana no fue diseñada para la inmovilidad. Permanecer en
Cristo implica caminar, crecer y avanzar. Dios no llama a una fe estática, sino a una fe que se fortalece en medio de los procesos y las
pruebas. Cada desafío superado se convierte en una oportunidad de mayor madurez
espiritual, y ese crecimiento ocurre únicamente al permanecer
en Él.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”