Mayo 03 de 2025
DIOS NOS PROTEGE Y CUIDA
SALMOS 147:12-18
12 ¡Glorifica
al Señor, oh Jerusalén!
¡Alaba a tu Dios, oh Sion!
13 Pues él ha reforzado las rejas de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos que habitan dentro de tus
murallas.
14 Envía paz por toda tu nación
y te sacia el hambre con el mejor trigo.
15 Envía sus órdenes al mundo;
¡qué veloz corre su palabra!
16 Envía la nieve como lana blanca
y esparce la escarcha sobre la tierra como ceniza.
17 Lanza el granizo como piedras.[a]
¿Quién puede resistir su frío congelante?
18 Luego, a su orden todo se derrite;
envía sus vientos y el hielo se disuelve.
https://youtu.be/Gb4RcXUjkcQ?si=uTvG-4gyOqalYSYZ
Estimado lector:
Cuanto más se comprenda y se explique el poder y el cuidado
de Dios, mayor debe ser la alabanza que se Le ofrece. La adoración no
constituye un acto vacío, sino una expresión de gratitud por la bondad
específica recibida y una anticipación confiada de la bondad futura.
Existen sólidos motivos para esta adoración:
Dios concede seguridad, al fortificar los cerrojos de las
puertas.
Dios otorga futuro, al bendecir a los hijos dentro de la
ciudad.
Dios brinda paz, al establecer paz en el territorio.
Dios provee sustento, al saciar con lo mejor del trigo.
El apóstol Pablo, en 2 Tesalonicenses 3:1, pidió oración
para que la palabra del Señor corriera y fuera glorificada. Dios tiene el poder
de derretir el corazón más endurecido mediante Su Palabra, hecha efectiva para
tal propósito a través de la obra de Su Espíritu Santo.
Así como se afirma: "Él agita sus brisas y las aguas
fluyen", hubo al menos una nación que supo alabar a Dios por la
seguridad concedida.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”