Octubre 16 de 2025
EL COSTO DE SEGUIR A JESÚS
MATEO 16:21-23
Jesús predice su muerte
21 A
partir de entonces, Jesús empezó a decir claramente a sus discípulos que
era necesario que fuera a Jerusalén, y que sufriría muchas cosas terribles a
manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los maestros de la
ley religiosa. Lo matarían, pero al tercer día resucitaría.
22 Entonces
Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo por decir semejantes cosas.
—¡Dios nos libre, Señor! —dijo—. Eso jamás te sucederá a
ti.
23 Jesús
se dirigió a Pedro y le dijo:
—¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa
para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el
punto de vista de Dios.
https://youtu.be/l-uryYl4ih0?si=VyC6BUJgSc1qpQbj
Estimado lector:
Jesús anunció por primera vez su muerte y resurrección,
revelando que el Mesías debía sufrir y morir. Esta revelación contrastaba con
la expectativa popular de un Mesías glorioso, libre de sufrimiento, y
evidenciaba que los pensamientos de Dios difieren profundamente de los
pensamientos humanos. Pedro, al oponerse a estas palabras, fue reprendido por
Jesús, quien señaló que su razonamiento provenía de una perspectiva humana y no
divina. El episodio subraya que el camino del seguidor de Cristo implica renuncia,
obediencia y disposición al sufrimiento por causa del nombre de Jesús.
El sacrificio de Cristo, realizado en perfecta obediencia
al Padre, trajo como resultado el perdón de los pecados, la salvación y la vida
eterna. A lo largo de la historia, la oposición a los propósitos divinos ha
sido constante; por ello, incluso Pedro, siendo apóstol, se convirtió
momentáneamente en instrumento de tropiezo al intentar desviar a Jesús de su
misión. La respuesta firme del Señor —“Quítate de delante de mí, Satanás”—
reafirma la claridad y determinación de su propósito redentor.
Seguir a Cristo requiere una mentalidad distinta a la del
mundo: una disposición a abrazar el sufrimiento como parte del proceso de
discipulado. El verdadero camino del seguidor implica negarse a sí mismo,
cargar con su cruz y someterse a la voluntad de Dios. Este llamado representa
una renuncia total a la búsqueda de reconocimiento personal y una entrega
absoluta a los planes divinos, aun cuando estos incluyan el dolor o la muerte.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”