Abril 28 de 2025
EL SEÑOR PROTEGE A LOS QUE LE AMAN
SALMOS
145:14-21
14 El Señor ayuda a los caídos
y levanta a los que están agobiados por sus cargas.
15 Los ojos de todos buscan en ti la esperanza;
les das su alimento según la necesidad.
16 Cuando abres tu mano,
sacias el hambre y la sed de todo ser viviente.
17 El Señor es justo en todo lo que hace;
está lleno de bondad.
18 El Señor está cerca de todos los que lo
invocan,
sí, de todos los que lo invocan de verdad.
19 Él concede los deseos de los que le temen;
oye sus gritos de auxilio y los rescata.
20 El Señor protege a todos los que lo aman,
pero destruye a los perversos.
21 Alabaré al Señor,
y que todo el mundo bendiga su santo nombre
por siempre y para siempre.
https://youtu.be/m5uKLpJ3EmQ?si=eO0gS-PmBuqjk52T
Estimado lector:
La compasión de Dios es especialmente evidente hacia
los que caen y fracasan. No los desprecia ni los rechaza; sino que se
acerca especialmente a ellos, para sostenerlos. Si permiten que su caída los
humille correctamente, Dios se acercará y los sostendrá.
La última parte del salmo está marcada por una
repetición frecuente de ‘todos’, que ocurre once veces en estos versículos. El
salmista parece deleitarse con el sonido mismo de la palabra, que le sugiere
visiones ilimitadas del amplio alcance de la Misericordia universal de Dios, y
de la multitud innumerable de personas que dependen de Él, y esperan ser
escuchadas por Él.
A lo largo de este salmo, David habla acerca de cómo
se debe alabar a Dios por quién Él es y por lo que ha hecho, reconociéndolo
como un Dios Justo y Misericordioso.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”