Agosto 16 de 2025
GRATIS POR SU GRACIA
MATEO 10:8b-15
¡Den tan gratuitamente como han recibido!
9 »No lleven nada de
dinero en el cinturón, ni monedas de oro, ni de plata, ni siquiera de cobre.
10 No lleven bolso de
viaje con una muda de ropa ni con sandalias, ni siquiera lleven un bastón. No
duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen que se les dé
alimento.
11 »Cada vez que entren en
una ciudad o una aldea, busquen a una persona digna y quédense en su casa hasta
que salgan de ese lugar.
12 Cuando entren en el
hogar, bendíganlo.
13 Si resulta ser un hogar
digno, dejen que su bendición siga allí; si no lo es, retiren la bendición.
14 Si cualquier casa o
ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el
polvo de los pies al salir.
15 Les digo la verdad, el
día del juicio les irá mejor a las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra que a
esa ciudad.
https://youtu.be/zjHVQbniT-o?si=DNno_Ek_3z671Ltp
Estimado Lector:
Jesús no les cobró nada a sus discípulos y esperaba que
ministraran gratuitamente. Este es el principio fundamental de los siguientes
mandamientos. Los dones son del Espíritu Santo, y el hombre es solo un
dispensador, un instrumento de Su Gracia. Es vergonzoso traficar con ellos; se
debe esperar que Dios satisfaga las necesidades, sin preocuparse excesivamente
por ellas.
El Señor, quería enseñarles a confiar en la Providencia de
Dios. El Talmud dice: “Nadie debe ir al Monte del Templo con bastón, zapatos,
cinturón de dinero ni pies polvorientos”. La idea era que, al entrar en el
templo, un hombre debía dejar bien claro, que había dejado atrás todo lo
relacionado con el comercio, los negocios y los asuntos mundanos.
Cuando se encontraran entre los demás, debían ser obreros
entre ellos, predicando la Palabra de Dios, orando por y con la gente, y
ayudando en las labores del campo.
Aplicación:
Aunque el evangelio es por Gracia, tuvo un precio, pagado
primeramente por Jesucristo; y, después, por obreros de todos los siglos, que
han invertido tiempo en predicar y/o apoyar financieramente, para seguir
compartiéndolo y seguir estableciendo el Reino de Dios, en esta tierra.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”