Heredad para unas huérfanas

Mayo 24 de 2022

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

Heredad para unas huérfanas

 

Josué 17:3-4

3 Pero Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos sino hijas, los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 4 Estas vinieron delante del sacerdote Eleazar y de Josué hijo de Nun, y de los príncipes, y dijeron: Jehová mandó a Moisés que nos diese heredad entre nuestros hermanos. Y él les dio heredad entre los hermanos del padre de ellas, conforme al dicho de Jehová.

 

 

Josué 17:3-4

3 Sin embargo, Zelofehad, un descendiente de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos varones. Solo tuvo hijas, las cuales se llamaban Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 4 Ellas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué, hijo de Nun, y ante los líderes israelitas y les dijeron: «El Señor le ordenó a Moisés que nos diera una porción de tierra al igual que a los hombres de nuestra tribu».

Así que Josué les dio una porción de tierra junto con la de sus tíos, como el Señor había ordenado.

 

 

Estimado lector

 

Esta situación fue un recordatorio de la promesa hecha a las hijas de Zelofejad, en Núm. 27:1-11. Como eran huérfanas y no tenían un hermano varón, estas mujeres se acercaron a Moisés para pedir que les fuese dada herencia entre sus hermanos de la tribu de Manasés. En esta ocasión, se acercaron a Josué para solicitar el derecho de herencia que Moisés había prometido y que legalmente estaba restringido en favor de los varones.

 

Aunque tradicionalmente las mujeres no recibían propiedades como herencia en la sociedad israelita, Moisés puso la justicia antes de la tradición y dio a estas cinco mujeres la tierra que merecían. Además, Dios le dijo a Moisés que agregara una ley que ayudaría a otras mujeres en circunstancias similares a heredar propiedades también. Josué aquí estaba cumpliendo esta ley.

 

Moisés como sacerdote, como representante del pueblo ante Dios pudo proceder en justicia, obedeciendo a la dirección de Dios en este caso, para bendecir la vida de unas mujeres a las que de acuerdo con la ley no tenían derecho alguno.

 

Así todos nosotros, tenemos acceso al favor, a la gracia, a la justicia del Padre a través de Jesús, su hijo, pues Él no hace acepción de personas. Recuerda que Hebreos 4:14 dice: “Por lo tanto, ya que, en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.”

 

Así como Moisés y Josué como sacerdotes cumplieron la promesa a estas mujeres, nuestro Sumo Sacerdote, Jesucristo, cumplirá la promesa que ha hecho a tu vida. No te desesperes, ¡Él cumple!

 

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES