Octubre 17 de 2025
LA RECOMPENSA DE SEGUIR A JESÚS
MATEO 16:24-27
24 Luego
Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor,
tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.
25 Si
tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi
causa, la salvarás.
26 ¿Y qué
beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay
algo que valga más que tu alma?
27 Pues
el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a
cada persona de acuerdo con sus acciones.
https://youtu.be/7Ne9cbREOnk?si=XPYNNVGK6UuOiy1b
Estimado lector:
El pasaje enseña que seguir a Cristo implica una negación personal, la
disposición a cargar con la cruz y la voluntad de perder la vida terrenal por
causa del Evangelio. La ganancia del mundo carece de sentido si el alma se
pierde, pues ninguna posesión material puede igualar el valor de la salvación.
Se presenta así un llamado a desprenderse de la vida terrenal, centrada
en lo material y en las posesiones, para dar prioridad a la vida espiritual y
al compromiso con Cristo por encima de todo, incluso por encima de la propia
existencia. La enseñanza central se resume en una pregunta esencial: ¿qué tiene
más valor, lo temporal o lo eterno? La respuesta es clara: ninguna ganancia
terrenal puede compararse con la salvación del alma.
A quienes no poseen la vida eterna, el retorno glorioso de Cristo con
sus ángeles les traerá retribución conforme a sus obras. La fidelidad, la fe y
el sacrificio de los seguidores del Señor serán reconocidos y recompensados en
el juicio final.
El mensaje concluye con una exhortación a imitar la vida y las
enseñanzas de Jesús, adoptando sus principios como guía diaria. Vivir conforme
a su ejemplo no solo transforma el presente, sino que prepara el alma para la
eternidad prometida.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”