Diciembre 17 de 2024
La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.
NUESTRO ALTAR
DEBE SER NOTORIO
SALMOS 118:
10-14
10 Aunque me rodearon naciones hostiles,
las destruí a todas con la autoridad del Señor.
11 Así fue, me rodearon y me atacaron,
pero las destruí a todas con la autoridad
del Señor.
12 Me rodearon como un enjambre de abejas;
se enardecieron contra mí como un fuego crepitante;
pero las destruí a todas con la autoridad
del Señor.
13 Mis enemigos hicieron todo lo posible para matarme,
pero el Señor me rescató.
14 El Señor es mi fuerza y mi canción;
me ha dado la victoria.
https://youtu.be/WeJx75Gcl1c?si=qvaY1lBihIhnBowY
Estimado
lector:
Cuando el
creyente persevera con humildad diaria en el altar, se hace evidente la
intervención del Omnisciente a su favor. Es en ese momento cuando se comienza a
caminar basado en las palabras que el Espíritu Santo deposita en el corazón.
Desde los
versículos 10 al 13, el salmo resalta las circunstancias difíciles que parecen
impedir recibir ayuda. Sin embargo, el enemigo no tiene en cuenta la
omnipresencia de Dios. Aunque el salmista experimentaba el ataque del
adversario, el apoyo del Señor se manifiesta a través de Su Espíritu Santo, con
Su fuego consumidor, trayendo orden, tal como se describe en Génesis 1:2.
En el versículo
14, el salmista expresa su gozo al alabar al Señor, reconociendo Su respaldo en
medio de las dificultades. Este agradecimiento surge al experimentar la
salvación y la protección divina frente a los intentos del enemigo de distraer
y alejar de la presencia de Dios.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”