Diciembre 24 de 2025
PROMESA PROFÉTICA
Isaías 9:6 NTV
Pues
nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus
hombros, y será llamado: consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
https://youtu.be/6DJIwW8vMe4?si=CEo5rGKICja3u9NW
Estimado Lector:
Isaías
empleó de manera intencional un recurso literario propio del hebreo: la
repetición. Al declarar “un niño nos es nacido, un hijo nos es dado”, el
profeta enfatiza una verdad central, guiado por la inspiración del Espíritu
Santo.
Esta
profecía del nacimiento del Mesías recordaba al pueblo de Israel que aquel que
traería la victoria debía ser verdaderamente humano. En teoría, el Mesías pudo
haber sido un ángel o incluso Dios sin humanidad; sin embargo, ninguna de estas
opciones lo habría capacitado para ser el Salvador y Sumo Sacerdote de la
humanidad. Para cumplir esa misión, el Mesías debía nacer como hombre. Por eso
se afirma que el niño tenía que ser nacido.
Al
mismo tiempo, la expresión “hijo nos es dado” revela que ese niño no sería solo
un ser humano. Se trata del Hijo eterno de Dios, la segunda persona de la
Deidad. Aunque teóricamente el Mesías pudo haber sido un ángel sin pecado o un
hombre perfecto, como Adán antes de la caída, ninguna de esas alternativas habría
sido suficiente. Para redimir plenamente al ser humano, el Hijo debía ser dado
por Dios mismo.
Esta
verdad señala una necesidad fundamental: solo un Ser perfecto e infinito podía
ofrecer una expiación perfecta e infinita por el pecado. Por ello, el Mesías
debía ser Emanuel, Dios con nosotros, tal como fue anunciado en Isaías 7:14.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”