Abril 24 de 2025
¿QUIÉN ES EL HOMBRE PARA QUE DIOS SE FIJE EN ÉL?
SALMOS
144:1-15
Salmo de David.
144 Alaben al Señor, mi roca.
Él entrena mis manos para la guerra
y da destreza a mis dedos para la batalla.
2 Él es mi aliado amoroso y mi fortaleza,
mi torre de seguridad y quien me rescata.
Es mi escudo, y en él me refugio.
Hace que las naciones se sometan a mí.
3 Oh Señor, ¿qué son los seres humanos para que te fijes en ellos,
los simples mortales para que te preocupes por ellos?
4 Pues son como un suspiro;
sus días son como una sombra pasajera.
5 Abre los cielos, Señor, y desciende;
toca las montañas para que echen humo.
6 ¡Lanza tus rayos y esparce a tus enemigos!
¡Dispara tus flechas y confúndelos!
7 Alcánzame desde el cielo y rescátame;
sálvame de las aguas profundas,
del poder de mis enemigos.
8 Su boca está llena de mentiras;
juran decir la verdad pero, al contrario, mienten.
9 ¡Te entonaré una nueva canción, oh Dios!
Cantaré tus alabanzas con un arpa de diez cuerdas.
10 ¡Pues tú concedes la victoria a los reyes!
Rescataste a tu siervo David de la espada mortal.
11 ¡Sálvame!
Rescátame del poder de mis enemigos.
Su boca está llena de mentiras;
juran decir la verdad pero, al contrario, mienten.
12 Que nuestros hijos florezcan en su juventud
como plantas bien nutridas;
que nuestras hijas sean como columnas elegantes,
talladas para embellecer un palacio.
13 Que nuestros graneros estén llenos
de toda clase de cosechas;
que los rebaños en nuestros campos se multipliquen de a miles,
y hasta de a diez miles,
14 y que nuestros bueyes estén
muy cargados de alimentos.
Que ningún enemigo penetre nuestras murallas,
ni nos lleve cautivos,
ni haya gritos de alarma en las plazas de nuestras
ciudades.
15 ¡Felices los que viven así!
Felices de verdad son los que tienen a Dios como
el Señor.
https://youtu.be/URhQpKme8sE?si=OdvnqisyzLUCxaBL
Estimado lector:
Esta declaración de David reconoce que su éxito y victorias no dependen
de él, sino del Dios que lo llamó. No es solo una oración de ayuda, sino un
principio del Reino: El Poder y la Autoridad, vienen de Dios, quien capacita a
los Suyos, para conquistar desafíos y enfrentar batallas.
David alaba al Señor como su roca y fortaleza, y maestro en la batalla;
pero no habla solo de guerras físicas, sino de las luchas de la vida. Cada
persona ha sido diseñada para reinar en su propósito, y Dios la entrena para
ello.
También reflexiona sobre la fragilidad humana. ¿Por qué Dios, el Creador,
se interesa en el hombre? Porque, aunque su vida es breve, tiene un propósito
eterno. Por eso, David clama, pidiendo que Dios transforme la realidad de Su
pueblo. No se centra en la necesidad, sino en la visión de un pueblo alineado
con Dios: Con identidad, paz y abundancia. Donde Su Presencia gobierna, hay
plenitud. Desafía al creyente a confiar en Dios, para enfrentar batallas, y para
reinar en medio de ellas. “Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor”,
porque ha entendido que en Él está su destino y victoria.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”