SIMPLEMENTE OBREROS

Agosto 27 de 2022

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

SIMPLEMENTE OBREROS

https://youtu.be/URw97uciJ7g

 

1 Corintios 3:6-7

 

Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer. No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla. 

 

Estimado lector

 

Muchas veces el celo ministerial en lugar de ser el motor para hacer las cosas bien se vuelve en el motivo de discordias con los hermanos de ministerio

 

Como miembros del cuerpo de Cristo, cada uno cumple una función complementaria en el reino, y así se los resalta Pablo al decir que uno es el que siembra y otro el que riega; llamándolos a enfocarse en su función, en su llamado, el cual debe hacerse bien, independientemente de si otro es el que lo continúa. Les recalca que la importancia no está en que etapa realizas o quien es el que la realiza, destaca que ninguno tiene motivos para jactarse, puesto que Dios es el que da el crecimiento. En resumen, el importante es Dios, quien provoca el crecimiento.

 

Aplicación personal

 

En el plan divino, en el reino de Dios, cada uno tiene un trabajo, una misión por cumplir, y como sus siervos, el deber es entender con claridad cuál es su trabajo y hacerlo conforme a su llamado. Es importante que ese servicio se haga con amor y responsabilidad, independientemente de lo que haya sido, pues en últimas, Él es el merecedor de la Gloria.

 

En el servicio no puede existir egoísmo o rivalidad, pues todos sirven a un mismo Dios, quien en últimas fue quien compro con su sangre cada vida y es Él quien se encarga de que esa vida crezca.

La madurez ministerial de cada cristiano se refleja también en reconocer que cualquier fruto de su labor, es de Dios, pues solo son simplemente sus obreros.

 

¿Qué te dice Dios en este día?

¿Cómo lo vas a aplicar hoy?

¿En qué área específica de tu vida?

Emocional _ Familiar _ Espiritual _ Financiera _ Otro _

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES