Septiembre 15 de 2025
SOY FAMILIA DE JESÚS
MATEO 12: 46-50
La verdadera familia de Jesús
46 Mientras
Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían
hablar con él.
47 Alguien
le dijo a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están parados afuera y desean hablar
contigo».
48 Jesús
preguntó: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?».
49 Luego
señaló a sus discípulos y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos.
50 Pues
todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y
mi hermana y mi madre».
https://youtu.be/beTly2SGTQE?si=fz2YTe0dEk6M0j07
Estimado lector:
Jesús se encontraba en una casa enseñando la Palabra de Dios, rodeado de
personas que escuchaban sus enseñanzas. En ese momento, su madre y sus hermanos
llegaron al lugar y enviaron a alguien para avisarle que deseaban verle.
Llama la atención que, según los relatos, mientras Jesús
enseñaba en repetidas ocasiones, no se menciona que su familia estuviera
presente apoyándolo o escuchando sus palabras. Ellos permanecían afuera,
mientras que los discípulos y la multitud estaban adentro.
Es probable que la familia de Jesús hubiera escuchado los
comentarios de los fariseos, ancianos y demás líderes religiosos, y que su
preocupación los llevara a buscarlo. Posiblemente, consideraban que Jesús estaba
yendo demasiado lejos en sus declaraciones y acciones.
El relato sugiere que, en ese momento, sus propios hermanos
de sangre no eran sus seguidores fieles. Esta escena resalta una verdad
fundamental: la salvación no se obtiene por nacimiento ni por lazos de sangre,
sino por medio de la fe en el Hijo de Dios. La pertenencia a la familia de Dios
no se adquiere automáticamente por herencia natural; no basta con ser hijos o
nietos de creyentes para ser cristianos.
La salvación no proviene de la naturaleza humana, sino de
la gracia de Dios. Aunque por naturaleza se nace fuera de la familia de Dios,
por su gracia en Cristo Jesús es posible ser adoptado en ella. Esta realidad
constituye una gran bendición.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”