Abril 12 de 2025
UNA MISERICORDIA ETERNA
SALMOS 136:10-15
10 Den
gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto.
Su fiel amor perdura para siempre.
11 Él sacó a Israel de Egipto.
Su fiel amor perdura para siempre.
12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso.
Su fiel amor perdura para siempre.
13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo.
Su fiel amor perdura para siempre.
14 Hizo cruzar a salvo a Israel,
Su fiel amor perdura para siempre.
15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército.
Su fiel amor perdura para siempre.
https://youtu.be/ii7vNwEEuDI?si=tOsFE1BYMFXXxBPe
Estimado lector:
El Salmo 136, es un recorrido del salmista por todos los
momentos en los cuales El Señor mostró Su Misericordia a Su pueblo.
Desde la creación, la misericordia de Dios ha sido visible
en todo aquello que rodea al hombre. Esto no ha cambiado, y ha sido visible en
sus vivencias; dado que, cada creyente tiene testimonios de cuán cerca ha
estado esa misericordia en su vida.
En el mundo de hoy, el hombre vive con la incertidumbre de
qué acontecerá el día de mañana y qué deparará el porvenir, trayendo
desasosiego a sus pensamientos. Es un buen ejercicio espiritual para el alma,
echar un vistazo a lo que Dios ha hecho, y a cada acto de misericordia con que
ha bendecido la vida de Sus hijos.
Hoy es un día para recordar lo Bueno que Dios ha sido,
agradecer por ello y alabar Su Nombre. Cuando se tiene esta perspectiva, se ve
entonces cumplido aquello que escribió el profeta Jeremías en el libro de
Lamentaciones: “Sus Misericordias, son nuevas cada mañana” (Lm 3:23).
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”