UNA NUEVA VIDA

Noviembre 19 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

UNA NUEVA VIDA

 

MATEO 20:29-34

Jesús sana a dos hombres ciegos

29 Mientras Jesús y sus discípulos salían de la ciudad de Jericó, una gran multitud los seguía. 

30 Dos hombres ciegos estaban sentados junto al camino. Cuando oyeron que Jesús venía en dirección a ellos, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!».

31 «¡Cállense!», les gritó la multitud.

Sin embargo, los dos ciegos gritaban aún más fuerte: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!».

32 Cuando Jesús los oyó, se detuvo y los llamó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes?

33 —Señor—dijeron—, ¡queremos ver!

34 Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. ¡Al instante pudieron ver! Luego lo siguieron.

 

https://youtu.be/2W3mul8oYp0?si=c70J-cREE6HjH8Jw

 

Estimado lector:

El pasaje describe cómo dos hombres ciegos, al escuchar que Jesús pasaba por Jericó, clamaron con insistencia pidiendo compasión y sanidad. A pesar de las reprensiones de la multitud, su fe los llevó a perseverar en el clamor. Jesús, movido por misericordia, se detuvo, los llamó y les preguntó qué deseaban. Al expresar su anhelo de recuperar la vista, fueron tocados por Él y sanados de inmediato, lo que les permitió seguirle en el camino.

El reconocimiento de Jesús como “Señor, Hijo de David” evidencia su fe en Él como el Mesías prometido. Aunque el entorno intentó silenciarlos, su confianza no se debilitó ante la oposición. La actitud de Jesús, al detenerse y atender su petición, demuestra su sensibilidad ante el sufrimiento y su disposición para responder al clamor sincero de quienes creen.

La curación física simboliza una realidad más profunda: la sanidad espiritual. Los ciegos representan a la humanidad en su condición de oscuridad interior, necesitada de que Cristo abra los ojos del alma para percibir la gracia y la misericordia divinas. De esta manera, la vista recuperada se convierte en una metáfora del nuevo entendimiento que surge cuando se recibe la revelación de Dios.

El pasaje resalta la fe persistente, la compasión de Jesús y la transformación que se produce al reconocerlo como el Salvador. La narración concluye con los hombres siguiendo a Jesús, lo cual simboliza el comienzo de una nueva vida, guiada por la luz y la verdad divina.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES