Mayo 27 de 2025
VISITANTES
DEL ORIENTE
MATEO
2: 1-2
Jesús
nació en Belén de Judea durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos
sabios de países del oriente
llegaron a Jerusalén y preguntaron: 2 «¿Dónde está
el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a
adorarlo».
https://youtu.be/TptNRgXEevM?si=-uyau58_zTyT9mZ4
Estimado
lector:
Belén,
la ciudad donde nació Jesús, era conocida como la ciudad de David. Aunque tenía
un valor histórico por ser la cuna del rey más importante de Israel, era un
pueblo pequeño y sin mucha relevancia política. Su nombre significa “casa de
pan” y se encontraba a unos 9.6 kilómetros al sur de Jerusalén.
Desde
el inicio, el evangelista muestra que el nacimiento de Jesús genera movimiento.
Aun sin haber pronunciado palabra, realizado milagros o proclamada doctrina, su
llegada provoca una reacción significativa. Como ha sido señalado por
comentaristas, incluso en su fragilidad de infante ya se manifestaba una
influencia poderosa: una nueva estrella aparece en el cielo y sabios del
oriente emprenden un largo viaje para buscarlo.
Mateo
también enmarca el nacimiento en el tiempo: ocurrió bajo el reinado de Herodes
el Grande, un gobernante célebre por sus obras y habilidades políticas, pero
también por su brutalidad y desconfianza.
Los
sabios —guiados por una estrella inusual— interpretaron este signo como el
anuncio del nacimiento del Rey de los judíos. Aunque tenían acceso limitado a
la revelación, respondieron con fe, alegría y adoración. Al llegar, se
postraron ante el niño y le ofrecieron regalos.
A
través de este relato, el texto bíblico resalta la soberanía divina: Dios
dirige, provee, protege y controla cada detalle del plan redentor.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”