SERVIR Y NO SER SERVIDO

Noviembre 18 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

SERVIR Y NO SER SERVIDO

MATEO 20:24-28

24 Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron. 

25 Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. 

26 Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, 

27 y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. 

28 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».

 

https://youtu.be/YCArBZB7c54?si=PCEGB1gvGccjmXQX

 

Estimado lector:

El pasaje enseña que la grandeza en el reino de los cielos no se fundamenta en el poder ni en el dominio, sino en el servicio humilde. Jesús utiliza el ejemplo de los gobernantes terrenales para contrastarlo con el liderazgo del Reino, destacando que quien desee ocupar el primer lugar debe servir a los demás como el más pequeño y, si es necesario, hacerse esclavo de todos.

La reacción de los demás discípulos ante la petición de Santiago y Juan evidencia que ellos también anhelaban poder y reconocimiento. Jesús les señala que, en el mundo, los gobernantes ejercen autoridad con prepotencia y buscan imponerse sobre los demás, actitud que sus seguidores deben abandonar.

En el Reino de Dios, el liderazgo se invierte: la verdadera grandeza se manifiesta en el servicio, y la autoridad se demuestra mediante la entrega y la humildad.

Jesús se presenta como el modelo supremo de este principio. Aun teniendo toda autoridad, no vino para ser servido, sino para servir y entregar su vida en rescate por muchos.

El ejemplo de Jesús establece que la verdadera grandeza se expresa a través de la humildad, la sencillez y el servicio desinteresado.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES