GRACIA, GRANDEZA Y SERVICIO

Noviembre 11 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

GRACIA, GRANDEZA Y SERVICIO

 

MATEO 20:1-7

Parábola de los trabajadores del viñedo

20 »El reino del cielo es como un propietario que salió temprano por la mañana con el fin de contratar trabajadores para su viñedo. 

Acordó pagar el salario normal de un día de trabajo y los envió a trabajar.

»A las nueve de la mañana, cuando pasaba por la plaza, vio a algunas personas que estaban allí sin hacer nada. 

Entonces las contrató y les dijo que, al final del día, les pagaría lo que fuera justo. 

Así que fueron a trabajar al viñedo. El propietario hizo lo mismo al mediodía y a las tres de la tarde.

»A las cinco de la tarde, se encontraba nuevamente en la ciudad y vio a otros que estaban allí. Les preguntó: “¿Por qué ustedes no trabajaron hoy?”.

»Ellos contestaron: “Porque nadie nos contrató”.

»El propietario les dijo: “Entonces vayan y únanse a los otros en mi viñedo”.

 

https://youtu.be/beTly2SGTQE?si=JCDyc2B0nbg27FnP

 

Estimado lector:

El pasaje de la parábola de los obreros en la viña presenta una enseñanza sobre el carácter de Dios y la naturaleza de su gracia.

La historia utiliza la figura de un propietario que representa a Dios, quien llama a distintas personas a trabajar en su viña en diferentes momentos del día. Algunos son llamados al amanecer, otros al mediodía y otros al final de la jornada, pero todos reciben el mismo pago: un denario. Este salario simboliza la salvación, otorgada por gracia divina y no por méritos humanos.

Desde una perspectiva terrenal, puede parecer injusto que quienes trabajaron menos reciban lo mismo que quienes soportaron todo el día. Sin embargo, la enseñanza subraya que la justicia de Dios no se basa en la comparación, sino en la misericordia y la generosidad. El propietario no priva a los primeros de lo pactado, sino que manifiesta su bondad al recompensar también a los últimos.

La parábola revela que la gracia divina no sigue la lógica del mérito humano. El ser humano, inclinado por naturaleza a la envidia y la comparación, tiende a medir el valor por el esfuerzo o el resultado visible, mientras que Dios actúa desde la abundancia de su amor.

Jesús concluye diciendo:” Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.”

Con ello enseña que, en el Reino de los cielos, la grandeza no se mide por el tiempo de servicio ni por la posición alcanzada, sino por la disposición a servir y la humildad del corazón.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES