Octubre 09 de 2025
LA CONTAMINACIÓN DEL CORAZÓN
MATEO 15:12-20
12 Entonces
los discípulos se acercaron y le preguntaron:
—¿Te das cuenta de que has ofendido a los fariseos con lo
que acabas de decir?
13 Jesús
contestó:
—Toda planta que no fue plantada por mi Padre celestial
será arrancada de raíz,
14 así
que no les hagan caso. Son guías ciegos que conducen a los ciegos, y si un
ciego guía a otro, los dos caerán en una zanja.
15 Entonces
Pedro le dijo a Jesús:
—Explícanos la parábola que dice que la gente no se
contamina por lo que come.
16 —¿Todavía
no lo entienden? —preguntó Jesús—.
17 Todo
lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca,
18 pero
las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los
contamina.
19 Pues
del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda
inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia.
20 Esas
cosas son las que los contaminan. Comer sin lavarse las manos nunca los
contaminará.
https://youtu.be/8SrXVhTJrH8?si=lad23bwKnwXDPL2E
Estimado lector:
El pasaje describe una escena en la que los discípulos se acercaron a
Jesús para advertirle que sus palabras habían ofendido a los fariseos. Jesús,
plenamente consciente de ello, había pronunciado esas verdades con la intención
de confrontar su excesiva dependencia de las tradiciones humanas.
Los líderes religiosos de la época —y quienes actúan de forma similar—
edificaban su fe sobre mandamientos humanos que no podían perdurar, pues
carecían de raíz en Dios y en la verdad. No era necesario enfrentarlos
directamente; su propio proceder los llevaría a ser desarraigados por las
consecuencias naturales de su conducta.
Este principio invita a toda persona a examinarse, evitando repetir el
error de los fariseos al convertir las tradiciones en mandamientos. Toda
enseñanza, por buena que parezca, debe evaluarse bajo un mismo criterio: si no
se fundamenta en la Palabra de Dios o se desvía de su propósito original, debe
ser removida. Las tradiciones, costumbres, hábitos, normas o reglamentos deben
someterse siempre a esta prueba.
Las palabras de Jesús, más que un reproche severo, reflejaban tristeza,
especialmente por aquellos que eran guiados por líderes espiritualmente ciegos.
Su mensaje priorizaba lo espiritual sobre lo material, y los principios del
alma por encima de las apariencias externas.
Por ello, se exhorta a mantener el corazón guardado en la luz de la
Palabra, obedeciendo los mandamientos, preceptos, leyes y decretos del Señor,
los cuales son el verdadero alimento del alma.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”