LA MULTIPLICACIÓN PARA ALIMENTAR

Octubre 03 de 2025

La iglesia no cierra. Ahora más unidos, más cerca.

LA MULTIPLICACIÓN PARA ALIMENTAR

 

MATEO 14:17-21

17 —¡Pero lo único que tenemos son cinco panes y dos pescados! —le respondieron.

18 —Tráiganlos aquí—dijo Jesús.

19 Luego le dijo a la gente que se sentara sobre la hierba. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes los distribuyeron entre la gente. 

20 Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró. 

21 Aquel día, ¡unos cinco mil hombres se alimentaron, además de las mujeres y los niños!

 

https://youtu.be/LgkIRbq7Tnk?si=hwssWWfkfMEpYFM_

 

Estimado lector:

Los panes y los peces provienen de un niño pequeño entre la multitud, tal como se registra en Juan 6:9. Es notable que los discípulos viajaran con tan pocas provisiones propias, confiando en que Jesús proveería todo lo necesario. Antes de repartir el alimento, Jesús bendijo al Padre por lo que tenían; posiblemente pronunció la tradicional oración judía: “Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey del universo, que nos das pan de la tierra”.

Este milagro revela la autoridad total de Jesús sobre la creación. Sin embargo, decidió realizarlo a través de las manos de sus discípulos. Él pudo haberlo hecho de manera directa, pero quiso involucrarlos, enseñando que la obra divina se realiza también mediante la obediencia humana. El origen exacto del pan es desconocido, mostrando que Dios puede proveer recursos invisibles e imprevisibles. Aunque resulta más sencillo confiar cuando se entiende de dónde vendrá la provisión, la realidad es que Dios actúa con frecuencia de formas inesperadas.

Además de la abundancia, se observa la importancia de la administración: Jesús ordenó recoger las sobras para que nada se desperdiciara. Así, no solo satisfizo la necesidad del momento, sino que también enseñó orden y gratitud. Este signo recuerda la alimentación de Israel en el desierto y alimenta la expectativa mesiánica de un nuevo maná, reforzando las credenciales de Jesús como el Mesías prometido.

 

4 pasos que te ayudarán a tener un tiempo con Dios.


Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.

  1. Lea despacio
  2. Lea en voz alta
  3. Mientras esté leyendo pregúntele a Dios:

¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele


Dios podría estar hablándole de Él

  1. ¿Quién es Él?
  2. ¿Cuáles son sus características?
  3. ¿Qué hará?

Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:

  • P ¿Será un PECADO que debo confesar?
  • A ¿Será una ACTITUD que debo adoptar?
  • M ¿Será un MANDAMIENTO que debo obedecer?
  • P ¿Será una PROMESA que debo reclamar?
  • E ¿Será un EJEMPLO que debo seguir o evitar?

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. Pida PERDÓN: Confiese su pecado, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios
  2. De GRACIAS: Agradezca a Dios por sus muchas bendiciones y promesas
  3. Por FAVOR: Ore por sus necesidades y las de otros; salvación, sanidad, protección
  4. Finalice diciendo TE AMO. Termine este tiempo en adoración y alabanza

Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.

  1. ¿Qué le habló Dios?
  2. ¿Cómo esto cambiará sus perspectivas?
  3. ¿Cómo aplicará esto en su vida diaria?

Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”

DEVOCIONALES